lunes, 18 de noviembre de 2013

El color, el violeta y la meta de hoy una pequeña ayuda para la Asociación de Elche en pro de la lucha contra el maltrato.

Una gran causa y la gran ilusión y trabajo que depositan los organizadores de Mil Camins y Una Meta han hecho que este año volviera a estar en El Derramador para correr su 2ª edición de 10 km.
En gran parte de España ya se han visto las primeras nieves y lluvias. Sin embargo por estos rincones del sudeste aún disfrutamos de buena temperatura aunque los que han madrugado han tenido que ir bien abrigados para protegerse del frio.
Un cohete pirotécnico lanzado a las 10 de la mañana ha sido el punto de inicio para los 333 corredores. Pocos segundos después saldrían los andarines para recorrer 5 km.
La temperatura, a diferencia de la habida en la pasada Maratón de Murcia, para mí, ha sido excelente. Ella ha cooperado en que mantuviera durante los 10 km un ritmo de carrera de 4’06. Lo que da lugar a dos significaciones: 1º llegar a meta marcando el crono 40:57 y 2º comerle un minuto a la misma carrera del año pasado. Motivo que me deja buen sabor de boca pues la suerte, las lesiones y la salud me lo han permitido. Toquemos madera!!!.
Justo a las 10 de la mañana los caminos de tierra y asfalto de las inmediaciones de esta partida de Elche han ido tiñéndose del color violeta de la camiseta que los organizadores nos han proporcionado.
El recorrido a diferencia de las grandes avenidas, de las grandes manzanas, de la gran animación y de los altísimos edificios de New York, ha transcurrido, cosa que es de agradecer, entre granados, almendros, higueras, alcachofas, habas, alfalfa y palmeras. Palmeras sanas que se muestran tristes porque gran parte de sus compañeras están pereciendo a ritmo vertiginoso y temen que de un momento a otro les pueda entrar el inquilino devastador llamado “Picudo Rojo”.
Colocando en el plato 1 de la balanza la ilusión de los organizadores, el gran trabajo desempeñado desde bastantes días, el frio que han pasado, lo que han tenido que moverse para pedir a los comercios los regalos que han sorteado y demás cosas que los de afuera no vemos y en el otro plato 2 de la balanza un pequeño fallo, gana por goleada el plato 1.
Y paso a comentar el fallo porque creemos la gran mayoría de los corredores populares que el motivo que nos alimenta para que salgamos a diario a entrenar, después del trabajo, con frio, con calor, etc. es intentar llevar una vida más o menos sana y lograr una satisfacción personal individual de conseguir luchar contra uno mismo.
A cualquier corredor popular que le preguntes si le gustaría subir al pódium, después de un gran esfuerzo de correr cualquier prueba, te va a contestar que sí. Y el que te diga que no es porque ha respondido antes de pensar o miente. El subir a pódium es una alegría inmensa y una gran culminación que compensa enormemente el esfuerzo acabado de realizar. A cualquier niño que se hubiese esforzado y se le hubiese negado lloraría y a cualquier adulto cuanto mayor sea pues más desilusión le crea.
Todo esto se solucionaría con una pequeña dosis de sensibilidad por parte de la organización, virtud que igual no tienen porque igual no han corrido en su vida. En este caso se les podría perdonar.
El caso es que con unos simples 20 euros (podéis apreciar que no pido mucho), se podrían comprar 20 medallas o quizás 40 según donde se adquieran y así dar muchas más satisfacciones a “esos locos que corren”.
Para ello no hay que estancarse en una cierta categoría y meter en el mismo saco a jóvenes con veteranos. El veterano tiene mucho más mérito.
Como siempre, destacar el gran rollo que existe entre los compañeros que corremos, la charreta y las fotos para el recuerdo.

Santa Pola, a 17 de noviembre de 2013.

3 comentarios:

  1. Buen ladrillo "Gáspar"
    Como sigas tecleando al aire de esa forma, el cielo se cubrirá de letras jajajajja
    Un abrazo

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  2. Pues si lo escribí en tan sólo 15 minutos. ¡¡

    Saludos a todos.

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